Los gorros de punto suelen encoger debido al agua sobrecalentada o al secado en secadora. Si tu gorro de punto ha encogido, prueba los siguientes métodos para devolverle su forma original:
1. Llena el fregadero con agua tibia, añade una pequeña cantidad de amoniaco doméstico (también conocido como carbonato sódico) y pon el gorro de punto en remojo. El jabón que quede en la lana se derretirá. Utiliza ambas manos para estirar y encoger suavemente la pieza, después aclárala y sécala. Cuando esté medio seco, sepárelo primero con la mano para darle forma y, a continuación, plánchelo hasta que adquiera su tamaño original.
2. Basta con dar la vuelta al gorro de punto, ajustar la forma y rociar el gorro con un poco de agua. El siguiente paso es utilizar las dos manos a la vez, una para tirar un poco del sombrero hacia arriba y la otra para planchar la parte tirada.